miércoles, 18 de noviembre de 2020

BIOGRAFIA JOHN STUART MILL

BIOGRAFIA JOHN STUART MILL


John Stuart Mill (1806 – 1873) fue un filósofo, economista y político escocés defensor del utilitarismo enfocado en  la calidad, la libertad, la igualdad de género y la búsqueda de la felicidad para la mayoría de las personas.

John Stuart Mill nació en Londres el 20 de mayo de 1806. Su padre fue el economista y filósofo James Mill quien sometió a su hijo a un riguroso y exigente método de estudio que incluía la lectura de clásicos de la economía, política, filosofía y derecho a muy temprana edad. Mill hijo no tenía tiempo libre y su padre le obligaba a dar cuenta de sus avances sin darle respiro para que jugara con otros niños ni para el descanso o vacaciones.

A los 14 años, Mill parte a estudiar a Francia filosofía, economía y derecho y empieza a crear obras originales. A los 20 años sufre una crisis depresiva probablemente resultado de la exigencia desmedida a la que le habían sometido. Tras varios años consigue recuperarse abriéndose a otras fuentes intelectuales más alejadas de las ideas que le enseñara su padre. En particular se interesa por las ideas del positivismo de Comte, el socialismo y el romanticismo.

En 1830 conoció a Herriet Taylor, filósofa y feminista con quien se casó 21 años después, cuando ella enviudó. De acuerdo al mismo Mill, Taylor fue una importante fuente de inspiración intelectual.

John Stuart Mill trabajó en la oficina de inspección de las Indias Orientales hasta la disolución de la compañía en 1858. Desde 1865 y durante tres años fue miembro del Parlamento Británico por el partido liberal. Allí defendió con ahínco medidas a favor de las clases menos privilegiadas, la igualdad de derechos de la mujer y propuso reformas al sistema electoral, entre otros aportes.

Mill muere en Francia el 8 de mayo de 1873.

Principales ideas de John Stuart Mill
La contribución de Stuart Mill abarca varias áreas de la economía, filosofía y derecho. Acá revisaremos de manera simplificada sus principales ideas:
  • Positivismo y empirismo: El conocimiento se deriva de la experiencia por lo que necesariamente es limitado (no podemos observar todo, solo una parte y sacar conclusiones).
  • Libertad y principio del daño: Todos los individuos deben ser libres de tomar las acciones que consideren pertinentes siempre y cuando no impongan daño sobre otros.
  • Libertad de expresión: La libertad de expresar y discutir ideas es una condición necesaria para el progreso social. Aunque las ideas de otros no nos gusten, el debate ayuda a las personas a reconocer los fallos de sus ideas, abrirse a otros puntos de vista y a reforzar el adecuado razonamiento.
  • Democracia con respeto de las minorías: Las sociedades deben crear mecanismos para limitar el poder de los gobernantes que solo buscan su propio beneficio. Asimismo, se debe proteger a las minorías de la tiranía de la mayoría, en donde se imponen ideas solo por el número, pero sin respeto a grupos minoritarios.
  • No a la esclavitud: Renegó de las ideas que supuestamente justificaban la esclavitud (por asumir una inferioridad genética e intelectual).
  • Feminismo: El sometimiento de la mujer constituye un modelo social obsoleto basado en prejuicios y que afecta gravemente el progreso social.
  • Propiedad pública de los recursos naturales: El progreso económico no debe ser a costa de la sobrexplotación y posible extinción de los recursos naturales.
  • Utilitarismo: Se trata del principio de actuar con el fin de conseguir la mayor felicidad para el mayor número de personas posible (dentro de algunos limites como el respeto a minorías). Mill distinguió su concepto de utilidad basándose en la calidad del sentimiento de satisfacción (intelectual y moral es superior al físico) en vez de la cantidad como habían propuesto autores anteriores (como Jeremy Bentham por ejemplo).

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